Las imágenes que emergen de Nueva York son más parecidas a las de Venecia que a las icónicas vistas de la Gran Manzana. Una serie de devastadoras inundaciones ha sumido las calles neoyorquinas en un estado de emergencia, recordando al mundo la creciente amenaza del cambio climático. 

Las imágenes son impactantes: calles que parecen ríos, automóviles cubiertos hasta las ventanas y personas tratando de navegar en botes improvisados entre lo que solían ser carreteras transitadas. Es un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad de las ciudades costeras frente a eventos climáticos extremos. 

La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el “estado de emergencia” para la ciudad, Long Island, al este de la megaciudad, y el valle de Hudson, debido a “las precipitaciones extremas que se están observando”, según anunció en X (antes Twitter). Los expertos señalan que este tipo de inundaciones son cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático. 

Los patrones climáticos impredecibles y el aumento del nivel del mar están poniendo en peligro no solo a las ciudades costeras de Estados Unidos, sino también a numerosas ciudades alrededor del mundo. 

La congresista demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez dijo en un correo electrónico que envió a sus electores que habían caído entre 5 y 12 cm de lluvia en los distritos de Manhattan, Queens y Brooklyn, y aún se esperan entre 2,5 y 7 cm, según las zonas. 

El caso de Nueva York es emblemático. Una ciudad que rara vez experimenta inundaciones de esta magnitud ahora se encuentra luchando contra las aguas crecientes. Los residentes están lidiando con pérdidas materiales y emocionales mientras se enfrentan a la realidad de un clima cada vez más extremo.