En una carrera contra el tiempo, científicos australianos están llevando a cabo un esfuerzo sin precedentes para salvar a una especie única de pez con manos, conocido como el "Pez Pulmonado de Queensland" (Neoceratodus forsteri). Con solo alrededor de 100 ejemplares restantes en su hábitat natural, este proyecto busca evitar la extinción de una especie fascinante que ha habitado las aguas australianas durante millones de años. 

El Pez Pulmonado de Queensland es la única especie de pez con manos conocida en el mundo. Aunque su nombre sugiere extremidades similares a las manos, estas estructuras son, en realidad, aletas pectorales adaptadas. Este pez es un verdadero fósil viviente, y su historia evolutiva se remonta a más de 300 millones de años, lo que lo convierte en uno de los habitantes más antiguos de los cuerpos de agua australianos. 

A pesar de su larga existencia en la Tierra, la especie se enfrenta ahora a amenazas críticas que ponen en peligro su supervivencia. La degradación del hábitat natural debido a la alteración de los sistemas fluviales y la competencia con especies invasoras son factores significativos que han contribuido al rápido declive de la población del Pez Pulmonado de Queensland. 

Para contrarrestar la inminente amenaza de extinción, un equipo de científicos liderado por biólogos y conservacionistas australianos está llevando a cabo una acción preventiva. Su plan implica capturar a 25 individuos de la especie en la naturaleza para formar un grupo de cría en cautiverio. Este enfoque permitirá monitorear y preservar de cerca la genética de la población restante, así como estudiar su comportamiento y necesidades reproductivas. 

La preservación del Pez Pulmonado de Queensland va más allá de su singularidad biológica. Esta especie desempeña un papel importante en los ecosistemas acuáticos australianos al ser un eslabón crucial en la cadena alimentaria y contribuir al equilibrio ambiental. Además, su estudio proporciona valiosa información sobre la evolución de los vertebrados. 

Aunque el proyecto enfrenta desafíos considerables, como replicar las condiciones del hábitat natural en cautiverio y estimular con éxito la reproducción, los científicos se muestran optimistas sobre el potencial éxito de la iniciativa. La colaboración entre instituciones científicas, autoridades gubernamentales y la sociedad en general es esencial para garantizar el cuidado y la preservación a largo plazo de esta especie única.