La Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, logró la judicialización de 12 presuntos integrantes del grupo delincuencial ‘La 260’ o ‘El Acopio’, estructura que operaba en el noroccidente de Medellín y que estaría involucrada en graves delitos como secuestro extorsivo, desplazamiento forzado, homicidios selectivos y tráfico de estupefacientes. De acuerdo con los elementos probatorios, esta organización imponía su poder armado mediante intimidaciones y uso de la violencia, controlando las rentas ilícitas en la comuna 7 de Medellín. Los integrantes de ‘La 260’ habrían implementado un sistema de extorsiones a domiciliarios, repartidores y transportadores, exigiéndoles pagos para permitirles trabajar libremente en los barrios del sector. En algunos casos, los delincuentes retuvieron a las víctimas, se apropiaron de sus productos y vehículos, y exigieron dinero a cambio de su liberación. Además, varias familias fueron obligadas a abandonar sus viviendas tras resistirse al accionar delictivo del grupo. Los judicializados fueron identificados como Jorge Antonio Jaramillo (alias Maicol), Wilmer Sneider Tobón Orrego (alias Small), Yeimi Viviana Contreras Niño (alias La Mona), Juan Carlos Yaqueño Herrera (alias Canoa), Geyder Luis Osorio Flórez (alias Banano), Juan Camilo Aguilar Mejía (alias Papo), Jhon Héctor Quintero Sánchez (alias El Burro), Brayan Alexis Franco Bermúdez (alias Cejas), Rafael Dairo Barrios Bermúdez, Jeferson Alejandro Barrios Jaramillo, Deiby Ossa Corrales (alias Ojitos) y Mario Andrés Garcés Correa (alias El Costeño). Todos fueron imputados por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, secuestro extorsivo, desplazamiento forzado, extorsión, hurto calificado, porte ilegal de armas y tráfico de estupefacientes. La investigación también estableció que alias Papo estaría involucrado en un homicidio ocurrido el 4 de marzo de 2025, en el barrio Robledo El Diamante, donde un hombre fue atropellado por una motocicleta y posteriormente asesinado con arma de fuego. Con este resultado, la Fiscalía asestó un duro golpe a las estructuras criminales que afectan la seguridad y la convivencia en Medellín, debilitando las finanzas ilícitas y la red de control territorial que ejercían sobre comunidades vulnerables.