La Unión Europea ha decidido entregar 2.000 millones de euros a Ucrania , destinados específicamente a la compra de drones , como parte de un paquete financiero mayor que forma parte del apoyo militar europeo. Esta ayuda es posible gracias a los créditos financiados con los rendimientos de activos rusos congelados en la UE por las sanciones. 

Este desembolso se inscribe en un compromiso más amplio: de los 18.100 millones de euros asignados por la UE para ayudar a Ucrania en el marco de un paquete de 45.000 millones de euros aprobado por el G7, los estados miembros ya han transferido hasta ahora 14.000 millones.   La operación pretende cubrir necesidades crecientes en el ámbito de la defensa y la seguridad, reforzando la capacidad de Kiev para responder a agresiones aéreas o con drones. 

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha justificado la medida sosteniendo que esa dotación de 2.000 millones para drones permitirá a Ucrania “ampliar su capacidad y utilizarla al máximo” y que la UE también “se beneficiará de esta tecnología”.   Según el comunicado oficial, los 4.000 millones de euros en créditos aprobados en conjunto ayudarán a Ucrania en su demanda de recursos financieros, con un enfoque especial en el sector defensa. 

Paralelamente, los países de la UE debaten hoy en Copenhague nuevas alternativas para utilizar estos activos rusos congelados —actualmente conservados en su mayoría en Euroclear— como un “préstamo de reparación” para Kiev. La peculiaridad de este plan es que ese préstamo sólo tendría que ser devuelto una vez que Rusia pague las compensaciones de guerra o se levanten las sanciones. 

Uno de los retos clave radica en definir las condiciones de ese préstamo excepcional, así como en garantizar que los fondos sean efectivamente destinados al equipamiento militar y no a otros usos. Asimismo, hay exigencias técnicas importantes: los drones deben integrarse en la estructura defensiva existente, ser interoperables con sistemas europeos y responder eficientemente en un escenario de conflicto.

Con esta decisión, la UE refuerza su papel de actor militar activo frente a la guerra en Ucrania . La entrega de esta ayuda también transmite un claro mensaje: la comunidad europea apuesta por fortalecer a Kiev no solo con palabras o sanciones, sino con recursos concretos y tecnología de punta.