El Clan del Golfo perdió uno de sus principales enclaves mineros ilegales en el país. En una operación conjunta, la Policía y el Ejército Nacional recuperaron el túnel Yaraguá, ubicado en el municipio de Buriticá, Antioquia, una zona estratégica que estuvo en manos del grupo armado durante más de cinco años. La ofensiva se llevó a cabo durante las últimas horas, con el despliegue de uniformados especializados en combate urbano y minería ilegal. La zona, utilizada por el Clan del Golfo para el procesamiento y comercialización de oro extraído ilegalmente, había sido convertida en un fortín criminal que reportaba millonarias ganancias a la organización. Yaraguá: minería ilegal y control armado El túnel Yaraguá forma parte de un complejo minero subterráneo en el que operaban distintos frentes ilegales asociados al Clan del Golfo. Según las autoridades, la estructura criminal controlaba la entrada y salida de mineros, cobraba extorsiones por cada gramo de oro extraído, y utilizaba este corredor como fuente de financiación para su brazo armado. Durante la intervención, se encontraron campamentos clandestinos, maquinaria usada para la explotación, armas de fuego y registros contables de la actividad ilegal. Además, se logró la captura de varias personas que operaban como vigilantes y cobradores del grupo delincuencial. Este túnel era vital para la economía delictiva de la organización, ya que su localización en Buriticá lo convertía en un punto clave para el procesamiento y posterior venta de oro en el mercado negro, tanto nacional como internacional. Una zona de alta tensión po