El expresidente Donald Trump firmó una proclamación que prohíbe o limita la entrada a EE.UU. a ciudadanos de 19 países, alegando motivos de seguridad nacional. La medida, que comenzará a regir el 9 de junio, afecta completamente a 12 naciones, como Afganistán, Irán y Somalia, y parcialmente a otras siete , entre las que se encuentran Cuba y Venezuela . “Estas restricciones de sentido común son específicas para cada país”, justificó la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson.

La proclamación excluye a ciudadanos con residencia legal, visas vigentes y ciertos casos especiales, como deportistas, perseguidos religiosos o personas con doble nacionalidad. “El presidente Trump está cumpliendo su promesa de proteger a los estadounidenses de actores extranjeros peligrosos”, aseguró Jackson, subrayando que la medida responde a la falta de colaboración de algunos gobiernos en procesos de verificación e investigación de antecedentes.

En el caso de Cuba, el documento lo califica como un “Estado patrocinador del terrorismo” , que no colabora adecuadamente con EE.UU. ni acepta el retorno de sus nacionales deportados. Por ello, se suspende el ingreso de cubanos con visas de turista, estudiante e intercambio (B-1, B-2, F, M, J). Venezuela , por su parte, es señalado por no tener una autoridad central fiable para emitir pasaportes ni realizar evaluaciones de seguridad. Las restricciones se aplican a los mismos tipos de visa que en el caso cubano.

Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. En Venezuela, el ministro Diosdado Cabello afirmó: “Estar en EE.UU. es un gran riesgo para cualquier persona. Los que gobiernan allí persiguen a nuestro pueblo sin ninguna razón” . Desde EE.UU., la congresista demócrata Pramila Jayapal denunció que “esta prohibición no hará más que aislarnos en la arena internacional” , al compararla con el veto a países musulmanes implementado por Trump en 2017.

Las críticas también llegaron de figuras como el congresista Don Beyer, quien acusó a Trump de “usar el prejuicio y el odio para dividir al país y debilitar nuestro liderazgo global”. Beyer insistió en que la política migratoria debería basarse en valores fundamentales, no en estrategias discriminatorias. La decisión ha reabierto el debate sobre la seguridad nacional versus derechos humanos y políticas inclusivas.

En un video en Truth Social, Trump defendió su decisión diciendo que “Estados Unidos no puede aceptar migrantes de países donde no se puede investigar ni evaluar de forma segura”. Argumentó que varios ataques en el país fueron cometidos por personas que excedieron el tiempo de sus visas. “La intensidad de las restricciones dependerá de la gravedad de la amenaza”, concluyó, dejando abierta la posibilidad de revisar la lista si los países mejoran sus estándares.