La Procuraduría General de la Nación abrió un proceso disciplinario contra una patrullera de la Policía Nacional, señalada de haber agredido físicamente a un transeúnte durante un procedimiento de registro en Bogotá. Los hechos investigados ocurrieron en inmediaciones del humedal Juan Amarillo, donde la uniformada habría golpeado a un ciudadano con el bastón tonfa de dotación, presuntamente excediendo su autoridad. El organismo de control evalúa si la funcionaria incurrió en abuso de poder al agredir al civil durante el procedimiento, y si desconoció los límites legales establecidos para el ejercicio de su cargo. Además, se busca establecer si su actuación violó principios fundamentales como la legalidad, proporcionalidad y necesidad. La Procuraduría Primera Distrital de Instrucción calificó provisionalmente la conducta como una falta gravísima cometida a título de dolo, es decir, con conocimiento y voluntad. El proceso disciplinario continúa en etapa de recolección de pruebas para determinar la responsabilidad definitiva de la funcionaria.