El reclutamiento infantil en Colombia sigue siendo una preocupación creciente, según datos alarmantes revelados recientemente. En el año 2023, se registró un total de 184 niños reclutados por grupos armados ilegales en diversas regiones del país, según informes de organizaciones defensoras de los derechos humanos. 

Lo más preocupante de esta cifra es que el 68,4 % de los niños reclutados pertenecía a comunidades indígenas, lo que los convierte en el grupo poblacional más vulnerable y afectado por este delito atroz. Este dato resalta la vulnerabilidad extrema en la que se encuentran muchas comunidades indígenas en Colombia, especialmente aquellas que habitan en áreas remotas y de difícil acceso, donde la presencia del Estado es limitada. 

La Defensoría reveló que el 91,1 % de estos reclutamientos fueron perpetrados por facciones disidentes de las Farc, seguidas por el ELN con un 7 %. Estas cifras fueron dadas a conocer en el marco del Día de las Manos Rojas, destinado a sensibilizar a nivel global sobre las consecuencias de involucrar a niños en conflictos armados. 

El reclutamiento infantil no solo priva a estos niños de su derecho fundamental a la educación y a una infancia digna, sino que los expone a situaciones de violencia, abuso y explotación. Además, perpetúa el ciclo de violencia en el país y socava los esfuerzos por construir una paz sostenible y duradera. 

Es fundamental fortalecer la presencia del Estado en las zonas afectadas por el conflicto armado, garantizar el acceso a la educación y a servicios básicos de salud, y ofrecer oportunidades de desarrollo económico y social a las comunidades más vulnerables. Asimismo, se deben redoblar los esfuerzos para desarticular los grupos armados ilegales y llevar ante la justicia a quienes reclutan a niños y niñas. 

En última instancia, es responsabilidad de todos los sectores de la sociedad colombiana trabajar de manera coordinada y comprometida para proteger los derechos de la infancia y construir un futuro más seguro y prometedor para las generaciones venideras. El reclutamiento infantil no puede ser tolerado en ninguna circunstancia, y es imperativo tomar medidas concretas para prevenirlo y combatirlo en todas sus formas.