El mundo animal está de luto por la partida de un verdadero veterano de cuatro patas. Bobi, el mastín portugués que había obtenido el prestigioso título de ser el perro más longevo del mundo a principios de este año, ha fallecido a la edad de 31 años. 

La noticia del récord Guinness de Bobi no solo fue una celebración para su dueño, sino también para amantes de los perros de todas partes del mundo. La longevidad de Bobi se convirtió en un testimonio del amor, el cuidado y la dedicación que recibió durante toda su vida. Su dueño, visiblemente emocionado por el logro de su fiel compañero, compartió la noticia del récord con orgullo en las redes sociales, donde recibió felicitaciones y buenos deseos de personas de todas partes del globo. 

Según informan desde la web Guinnes, la Dra. Karen Becker, una veterinaria que trató a Bobi varias veces, anunció el fallecimiento de Bobi. "Anoche, este dulce chico se ganó sus alas”, escribió en Facebook. 

La historia de Bobi ha sido una inspiración para muchos, demostrando que, con los cuidados adecuados y el amor incondicional de una familia, los perros pueden vivir vidas notoriamente largas y saludables. Más allá del título del perro más viejo del mundo, Bobi dejó un legado de alegría, amor y compañerismo en los corazones de aquellos que lo conocieron, incluso a través de las pantallas de sus dispositivos.